martes, 27 de octubre de 2015

Tarea 6.- Los 4 pilares de la educación

La educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales, que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.

APRENDER A CONOCER

Este tipo de aprendizaje, que tiende menos a la adquisición de conocimientos clasificados y codificados que al dominio de los instrumentos mismos del saber, puede considerarse a la vez medio y finalidad de la vida humana. Aprender a comprender el mundo que la rodea, el incremento del saber, permite comprender mejor las múltiples facetas del propio entorno y descifrar la realidad. Sin embargo, puesto que el conocimiento es múltiple e infinitamente evolutivo, resulta cada vez más utópico pretender conocerlo todo, por ello, más allá de la enseñanza básica, la idea de un saber omnisciente es ilusoria. "En nuestros días, una mente formada necesita una amplia cultura general y tener la posibilidad de estudiar a fondo un pequeño número de materias"
Aprender para conocer supone, en primer término, aprender a aprender, ejercitando la atención, la memoria y el pensamiento. Este aprendizaje puede adoptar formas diversas y sacar provecho de muchas ocasiones de la vida.
Puede considerarse que la enseñanza básica tiene éxito si aporta el impulso y las bases que permitirán seguir aprendiendo durante toda la vida, no sólo en el empleo, sino también al margen de él.

APRENDER A HACER

Aprender a conocer y aprender a hacer son, en gran medida, indisociables.
Cada vez con mas frecuencia, los empleadores ya no exigen una calificación determinada, que consideran demasiado unida todavía a la idea de pericia material, y piden en cambio, un conjunto de competencias específicas a cada persona, que combina la calificación propiamente, adquirida mediante la formación técnica y profesional, el comportamiento social, la aptitud para trabajar en equipo, la capacidad de iniciativa y la de asumir riesgos. Entre esas cualidades, cobra cada vez mayor importancia la capacidad de comunicarse y de trabajar con los demás, de afrontar y solucionar conflictos.
Tanto de la noción de calificación a la de competencia cómo en la "desmaterialización" del trabajo y las actividades de servicios en el sector asalariado, es primordial la actividad de información y de comunicación.

APRENDER A VIVIR JUNTOS

Este aprendizaje constituye una de las principales empresas de la educación contemporánea. 
Enseñar la diversidad de la especie humana y contribuir a una toma de conciencia de las semejanzas y las interdependencia entre todos los seres humanos. El descubrimiento del otro pasa forzosamente por el conocimiento de uno mismo, así por ejemplo, si se enseña a los jóvenes a adoptar el punto de vista de otros grupos étnicos o religiosos, se pueden evitar incomprensiones generadores de odio y violencia en los adultos. Así pues, la enseñanza de la historia de las religiones o de los usos y costumbres puede servir de útil referencia
La educación escolar debe reservar tiempo y ocasiones suficientes para iniciar desde muy temprano a los jóvenes en proyectos cooperativos, tanto en el ámbito deportivo y cultural, y mediante su participación en actividades sociales. Además, en la práctica escolar cotidiana, la participación de los profesores y alumnos en proyectos comunes puede engendrar el aprendizaje de un método de solución de conflictos y ser una referencia para la vida futura de los jóvenes, enriqueciendo al mismo tiempo la relación entre educadores y educandos.

APRENDER A SER

Un principio fundamental: la educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona.
Más que nunca, la función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos la libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación.
En un mundo en permanente cambio, uno de cuyos motores principales parecer ser la innovación tanto social como económica, hay que conceder un lugar especial a la imaginación y a la creatividad, manifestaciones por excelencia de la libertad humana pueden verse amenazadas por cierta normalización de la conducta individual. Por ello, habrá que ofrecer a niños y jóvenes todas las oportunidades posibles de descubrimientos y experimentación que complementarán la presentación atractiva de lo que en esos ámbitos hayan creado las generaciones anteriores o sus contemporáneos.
"El desarrollo tiene por objeto el despliegue completo del hombre en toda su riqueza y en la complejidad de sus expresiones y de sus compromisos, individuo, miembro de una familia y de una colectividad, ciudadano y productor, inventor de técnicas y creador de sueños".

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